29 de noviembre de 2009

Carta desde el frente 2009







Carta desde el frente








14 de setiembre de 1918

Hola querida ilusión

Te escribo esta carta desde el frente, sin saber si cuando la recibas seguiré vivo, ya ni me acuerdo de como es tu cuerpo ni apenas me recuerdo de tu cara, ya la ultima foto que tenia tuya acabo por romperse en trozos, que ya solo conservo parte de tu cara pero pronto ni eso, porque ya ni se donde guardarla, porque mi ropa mas parece la de un mendigo que la de un soldado, ya ni te hablo de tu ultima carta que me llego con tres meses de retraso y que de tanto leerla, acabe por aprendérmela de memoria, he querido también recordar que te conté en mi ultima carta y la verdad ni lo recuerdo, ni se desde donde te la mande, porque son tantos los días que han pasado, desde que empezó esta guerra, que ya ni se quien soy mas de las veces.

Hoy después de un tiempo largo en que el cielo gris ha descargado todo el agua que pudiera, que mas de las veces en ver de andar nadábamos en ella, ahora nos ha dado una tregua donde el sol ha vuelto salir, pareciera que el mundo se ha parado en este agujero donde convivimos las mas ruines ratas del mundo, donde el hombre se confunde mas de las veces con los excrementos que parecen ser los dueños de esta trinchera, convertida en la cloaca de desperdicios de almas moribundas, donde los malos olores conviven con los mas putrefactos e insalubres seres que habitan en la tierra, el mal llamado ser humano mas las veces ya no sabe si es parte de la tierra o la tierra es parte del, cada vez que me lavo ya no se si es que mi cuerpo se destiñe o es que se me cae la pie y la carne a trozos, ya no se de color es mi piel.

Aquí, en este agujero donde esta mi cuerpo, si se nos viniera encíma pues ya seriamos cadáveres antes de estar enterados, antes fue de los del otro bando, pero he preguntado quien lo cabo y nadie ha sabido contestarme, ni porque en este lugar, alguien dice que el se abrió solo, para tragarnos a todos, en esta guerra de trincheras que ganarle un palmo de terreno al enemigo cuesta dejarnos cientos de muertos sembrados en el campo, que mas pareciera un cementerio donde los muertos se han salido de sus tumbas, así que por inverosímil que parezca esta es una guerra inútil, mas de las veces te preguntas porque esta guerra, pero ni por asomo lo preguntas a nadie, no vaya ser que seas considerado un traidor a la patria.

Te acordaras cuando fui movilizado, apenas tenia veinte años, ya llevo tres años aquí, porque creo haber pasado tres navidades donde nos dieron pavo de cena, el enemigo y nosotros, no disparamos un solo tiro, nos dimos una tregua, pero veo que nada ha cambiado, todo sigue igual en el frente, eso si los muertos ya han sido muchos, ya no recuerdo cuanta sangre tenido que ver, ni tan siquiera me acuerdo cuantos compañeros perdí, acabe por no hacer amistades porque sabia que poco durarían, ya ni me acuerdo tampoco de cuantos quedan de los que llegaron conmigo, ni donde fue mi primera batalla, también fui olvidando los nombres de donde estuve destinado, porque que mas daba allí donde me llevaran, solo se que el olor era el mismo en todos lados y el miedo no era diferente por haber cambiado de lugar, acabe por ni saber si era verano o era invierno.



Aquí donde ni la hierva se asoma por la tierra porque nacer es estar condenado ha morir, donde lo mas parecido que hay a esto es el infierno, uno aquí ni se sabe como sobrevive a tanta muerte, porque aquí las batallas se suceden sin sentido ninguno, que los pájaros emigraron y se olvidaron de volver a estos campos baldíos donde ya el agricultor no siembra nada porque se murió o se fue lejos de este paraje de desolación y lo poco que parece nacer de la tierra son los cuerpos mutilados, porque hay días que tardan en ser recogidos por ambos bandos esperando que llegue una tregua, porque el olor es tan penetrante que hay veces que parece se te metiera asta el mismo estomago, ya nada comes porque parece que el estomago estuviera lleno de tanta inmundicia que acabas por vomitar todo el vació que llevas dentro, recuerdo haber visto florecer un árbol en que pareciera que ello era imposible porque estaba muerto, pero siempre alguna que otra hoja se atreve rebrotar, pero que el fruto llegue maduro, eso ya mis ojos no lo han visto ni por asomo.

Los días aquí pasan entre ver como van cayendo unos, como llegan otros ha ocupar el sito de los que se llevaran algo bueno de este mísero agujero, que es no seguir en este infierno, porque aquí uno no puede mas que pensar que hay peor que esto, el salir de aquí herido o muerto es un don de por fin librase de esta míseras trincheras de muerte, aquí parece que el mal menor a tanta podredumbre humana es no seguir este paraje, donde no hay ni aire mas de las veces que respirar, porque aquí el tiempo ha robado todo vestigio de vida, hablar de esta guerra donde la vida es una lotería que no toca mas que a los que ya no tienen nada porque luchar, así que mejor es no decir nada de ella por miedo ser jugado por decir la verdad, siendo condenado ser fusilado por tus propios compañeros, así siendo considerado traidor a los mas elementales principio de la sin razón de ser un pobre diablo.

Hoy el coronel esta de cumpleaños, ya no se cuantos han dicho que cumple, pero la verdad que siga cumpliendo muchos mas, porque yo celebrare cada minuto que yo pase estando vivo por no decirte cada segundo, así que hoy para comer tenemos algo especial, hoy comeremos a nuestra hora nos servirán la comida sobre una mesa de barro, por silla tendremos la humilde tierra, la comida vendrá caliente y asta pueda tengamos de postre una tarta, pueda que hoy no hagamos ninguna locura en el campo de batalla porque estarán callados los cañones, el enemigo nos dejara que soplemos las velas y le cantemos el feliz cumpleaños, el pedirá un deseo que no será otro que ganar una batalla, ser condecorado por ello, sin importar cuantos caigan inútilmente en el campo de batalla, porque lo suyo es colocar sobre un mapa soldaditos de plomo, así jugar a las guerras, que bien se esta en la retaguardia siendo el director de esta orquesta sinfónica de despropósitos, donde las notas mal dadas son por el miedo a no saber que hacemos aquí donde los músicos tocamos ha retirada detrás de cada loma, donde damos el cante tratado de esquivar las balas para seguir en un compás nuestra vida, donde no desentonamos mas que cuando somos cobardes y salimos huyendo del campo de batalla, nuestra partitura es seguir viviendo así nos cueste la vida en el intento de ser buenos músicos en este concierto de mentiras y despropósitos de esta sinfonía inacabada.



Me ha venido al recuerdo los últimos días que pasamos juntos, en aquel mayo del cual ni recuerdo el año, después de mi convalecencia de aquella herida tan desafortunada de haberme roto nariz al tener un mal tropiezo, es increíble aquí donde las balas pasan cerca de mi, parecieran rehuirme y tuvieran miedo alcanzarme, así mismo donde los cañones mas de las veces apenas deja un palmo de terreno en cual no van caer sus mortíferas explosiones que no dejan mas que un rastro de muerte, siempre parece que si voy hacia las ráfaga de ametralladoras pues va y dejan disparar, a saber porque mas de una bayoneta parecía venir hacia mi pero el que mela quería clavar cae herido de muerte aun palmo mío, sin yo haberle disparado, por ello si me propusiera salir en busca de una bala pues no la encontraría nunca como ha sido asta ahora, por eso tubo que ser un mal tropiezo el que me llevo al hospital, una pequeña y agradable convalecencia que pase a tu lado, solo fuero catorce días, en que pareció una eternidad y que medio la impresión de que la guerra se había acabado, mi vida siempre a sido un sin vivir, en que estado buscado algo de suerte en la vida, pero no se que pensar ante tanta coincidencia de que pareciera que no estoy aquí aun estando, por ello quiero y deseo volver verte pero no se cuando ello será posible.

Ya son muchos meses los que han pasado sin escribirte, pero es que me han ido llevando de agujero en agujero, con pequeños periodos lejos del frente, en los cuales ni sabia que contarte, solo me dedicaba olvidar que estaba aquí en este cementerio de despojos y de seres anodinos, me pasaba el tiempo bebiendo en donde se podía, con ello trataba de ahogar mis penas pero acaba por naufragar en mis desgracias, los días eran un esperar de nuevo a que agujero me mandarían, donde estaría mi destino tantas veces buscado y no encontrado que he acabado por no saber quien soy ni de donde vengo, ya he cambiado tantas veces de compañía y de oficiales, que acabare por no saber de que bando soy y en que ejercito lucho ya, también he acabado por no saber quien me da tanta orden inútil y sin sentido, estoy cansado de esquivar a la muerte, ella parece ser la que realmente manda aquí, por ahora no se porque ha tomado la decisión de no querer nada de mi, pero esto no se si seguirá siendo así, por ello yo he decido esquivarla lo mas posible, porque quiero seguir respirando este aire viciado de tanta desidia en la que uno mas de las veces sea convertido en un pobre loco, que esta dentro de un gallinero donde las gallinas somos nosotros los zorros que nos devoramos unos a otros porque ya nos hemos comido todas las gallinas, ya este locura tiene que rematar de algún modo porque acabare por decir que esto no es una guerra, mas parece una fiesta donde los muertos están mas vivos que nosotros los vivos y donde bailamos todo los días y nos jugamos las vida a la carta mas alta.

Me preguntado, - quien va ganado esta guerra - pero veo que nadie, por que por ambos lados somos perdedores, ya no se lo que era nuestro antes de comenzar, o lo que era de ellos, ya esta tierra que piso no se si algún día fue nuestra, se que ahora es mía porque yo la ocupo porque mi cuerpo esta en este espacio vital, que no voy dejar que nadie lo saque de aquí en este preciso momento no siendo que este muerto, si tuviera que contarlos muertos de ambos lados, me daría cuenta que son muchos pero nunca sabría decir una cantidad, porque cuantos de ellos ni tan siquiera han sido contabilizados, al fin y al cabo solo somos un numero en manos de unos pocos, me digo cuantos de ellos han de morir para que acabe esta carnicería sin sentido que ya uno no sabe bien que hace aquí.

Espero si algún día salgo de aquí, no ser un despojo humano y poder servir para algo, porque si contara lo que hecho aquí en esta guerra inútil acabaría por descubrir que inútil he sido yo, porque quien ha disparado a los que se supone debería haberlo hecho yo, porque que yo recuerde, nunca he apuntado darle al enemigo, silo tenia a tiro pues le disparaba una rama así pareciera que había fallado cuando no era así, sino que si había disparado ha esa rama a la cual le había dado en el mismo centro de esa minúscula rama y me vuelvo a preguntar quien le ha disparado a los que no le quise dar yo, porque pueda que yo les perdonara vida, pero otro no creo lo hiciera así, si por mi fuera esta guerra estaría perdida el mismo día del comenzar, porque me he pasado todo ella disparándole objetos muertos, ya he gastado muchas balas en hacer agujeros en cielo y en la tierra y los que yo mate fueron por accidente de que ya no estaban vivos, asta me condecoran por ocupar una colina donde el enemigo salio huyendo al ver que sus balas no me hacían nada.

Ya esta carta toca su fin, como un día tocara a su fin esta absurda locura, de la cual espero salir, siento mucho que ya no tenga palabras de amor, pero es que aquí he aprendido no sentir nada, con ello no quiero decir que no sienta nada, solo que los sentimientos los he guardado muy dentro de mi, porque si los dejara salir se que mi vida no duraría nada, así que prefiero estar muerto por fuera para así engañar a la muerte que me anda buscado ya hace mucho tiempo.

Desde este agujero en alguna parte del mundo me despido, por lo que espero que algún día este a tu lado, ya para siempre mas allá de la eternidad, así vagaran nuestros cuerpos juntos por ese tiempo que no estuvimos juntos por culpa de esta maldita guerra.


Alma negra




Esta carta podría haber sido escrita desde cualquier frente.

No seré yo quien analice los motivos de muchas guerras, solo diré cuales creo son los motivos de muchas de ellas en que al final siempre acabara siendo el mismo nadie sale ganado.

Hablar de la guerra es mirar al pasado, pero también al presente, en ellas siempre descubrirás la sin razón de todas ellas y con ello veras que el ser humano es un ser que cae cuantas veces haga falta en los mismos errores de siempre.

En toda guerra no hay vencedores ni perdedores, todos son perdedores pero es tanto el despropósito que si uno busca el trasfondo que nos llevo esta sin razón donde la confrontación acaba por descubrir cuan ridículo es el hombre y lo que pretende de si mismo, poder, dinero, pero ante todo verse superior ante su pueblo, porque el no es igual que todos, el esta por encima de todo el es un dios, al hombre le es necesario combatir por ser superior, así es el, que se erige en líder mas de las veces, es el que provoca esas guerras que a saber en nombre de que causa comienzan……..

Creo que a lo largo del tiempo en que el ser humano empezó a tener uso de razón ha estado metido en guerras inútiles y baldías, creo que la primera guerra fue a lo mejor por una cueva que parecía mas protegida del mal tiempo, o quien sabe a lo mejor fue por ser el macho domínate de la especia y tubo que acabar con otros, después pueda que llegaran los tiempos de ampliar el territorio de caza así hacerse con mas siervos sobre los que predominar.

Hay guerras religiosas que en nombre de un dios combatimos por un palmo de terreno allí donde estuvo enterrado allí donde simplemente nació, porque ese dios es mejor que el del enemigo, son tantos los porque que todos ellos son otra vez una sin razón, que a lo largo de la historia de este mundo nuestro hemos ido cayendo una y otra vez en el mismo error de empezar algo, que después no sabemos como acabar, porque el final siempre es el mismo morir por un dios que nos dará un paraíso donde seremos alguien que no fuimos en la tierra.

Hay guerras que son para ser superior, porque uno deben avasallar a otras naciones vecinas, ocupar sus territorios, he imponerles tus costumbres, porque solo les mueve la ambición de ser superiores y tener mas que ellos, así que por pura ambición y egoísmo se da comienzo algo que se les acabara escapando de las manos, que a lo largo solo les servirá para ser odiados por los que se ven sometidos bajo su yugo ellos que no quieren mas que ser libres.

Pero las guerras donde la raza debe predominar sobre las llamadas inferiores, esas son las peores, así que desde exterminio de tribus, así fueran indios, o los mismos judíos, en que estos después de ser maltratados ellos se convirtieron maltratadores de palestinos, pero son tantas los enemigos así que en toda guerra los derrotados muchas veces pueden después convertirse en vencedores de la sin razón pero todo ellos en nombre de una raza o credo mas de las veces son verdugos de si mismos.

Pongamos fin a la mentira de ser seres superiores, ni razas, ni dioses, se han mas motivo de una guerra y acabemos con la avaricia del ser humano, empecemos la guerra que nos va ha todos de cuidar este mundo que estamos destruyendo en aras del mal llamado progreso.

Pongámonos a combatir contra la contaminación de este mundo esa es la única guerra que debemos ganar para nuestros herederos si algo les queremos dejar.

En este mundo.







Antón Iglesias 25 de octubre de 2009







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