11 de abril de 2010

Confesión 2010







Confesión











Esperando que llegue la muerte
como un gato estará al acecho
que va a devorar mis pasiones
saltara sobre mis desvaríos
en la cama la estaré esperando
me da que no será mucho el tiempo
tanta pena por tampoco despojo
mi mujer me observa impasible
ella verá este agónico derrumbe
mi cuerpo se consume en su asfixia
de lo blanco irreverente saldrá mi alma
rígidas quedaran mis extremidades
en ultimo momento lo zarandeará
una vez y luego otra mas tarde otra
quizás ella ni se mueva por miedo
esbozara otra fría y pálida sonrisa
y le responderá descansa mi vida
no es mi deseo causar mas desasosiego
la muerte lo que traerá es descanso
me preocupa que dirán de mi en mi óbito
es mi mujer la que mas tendrá que decir
que se quedará de mi en este desbarajuste
con este cuerpo que podrán hacer del
montón de desafortunada maldad
nada ni nadie se preocupara de mi
quiero que sepan que no fui malo
sepan que silo fui no por mi causa
sin embargo no me recuerden nunca
por que en todas las causa fui perdedor
las noches fuero mi mas larga agonía
en que he dormido nunca descanse
a su lado tanto como ahora en soledad
incluso las mas sutiles condenas
fueron las discusiones sin final
más inútiles cuando mas se alargaban
siempre fueron lo que nos mantenía vivos
de ellas algo espléndido saque siempre
y de esas difíciles y retorcidas silabas
saque siempre palabras enlazas entre si
porque siempre temí decirte algo
que al decírtelo estuviera fuera de lugar
puede decirse que nunca te dije
ahora me despojo de todo recuerdo





Te amo












Rosa roja


Antón Iglesias 11 de abril de 2010






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