Puede que ya no te guste 2010

Puede que ya no te guste

No te gustó que yo fuera de sabor amargo
me encontraste bastante agrio al probarme
por la calle caminabas desconcertada por todo
tu cara se ponía sonriente al verte vacía por dentro
que tomaría yo para tener esa sensación agridulce
un café hubiera sido lo acertado aquella tarde
y sin nostalgia, pudiendo ser con leche y clarito
de tí sabia que acabarías por decirme que no
porque no te gustaría mi sabor ranciamente amargo
en tu mesa podrías saborear cosas de mejor gusto,
que ya te habías acostumbrado a ser una golosa
que no te dijera yo que lo dulce te disgustaba
que hacías así saboreando mi dulce amargura
parte de mí arrastraba los sinsabores de la vida
no te gustó descubrir lo que había dentro de mí
quisiera saber porque quisiste probar mi desesperación
pues sigo diciendo que te hablé de ella siempre
y no estuviste acertadamente viva ante lo dicho
con ello sé que me río por dentro al ver tu cara
con ganas te hubiera probado pero dijíste que no
con ello sé que disfruto al verte tal como eres
las cosas son así de previsibles la mayor parte de las veces
pero también son cotidianas en su devenir
por ello pueda que sin esperarte que nada pase
al desesperarme pues me dejo seducir con ello
porque así construyo algo que te pueda gustar
mi vida, quiero que con azúcar saques mi amargura
para con ello libremente saborear mi dulzura
porque no te gustó probarme así de amargo
por querer saber cómo era mi esencia, no lo supiste,
que no hay que salir huyendo en el primer sorbo
que me tienes harto de que no sepas gozar con ello,
la vanidad te pierde muchas veces por no disfrutar
has sido muy rápida y no lo has degustado con placer
eres tu enemiga hasta en esos placeres mundanos
tu lengua te pierde porque ella tiene el gusto descarriado
que fácil es que la culpa de todo se la lleve ella
de que no sepas disfrutar de la vida placentera
compartamos por último unas pequeñas palabras
ni siquiera te diste cuenta de que si no te gusto
podríamos tener una amena charla sobre ello
pero acabaría por no gustarte nada

Rosa roja


Antón iglesias 29 de Abril de 2010