13 de abril de 2010

La hucha de Lisboa 2010





La hucha de Lisboa







Después de algunos años, el niño había ido metiendo todas las monedas que le iban dando en aquella hucha, donde estaban puestos todos sus sueños, eso no eran mas que aquella bicicleta que tanto le gustaba, con el tiempo la habían cambiado ya varias veces porque ya habían vendido varias, pero el no dejaba de pasar por aquella tienda y siempre le parecía que estaba la misma, porque para el así era.

Era como su caja fuerte, muy de vez en cuando por la parte posterior la abría, contaba todas las monedas, las ponía por filas y se pasaba horas y horas mirándolas, después muy poco a poco las volvía meter con toda una parsimonia y como no, las volvía contar, hacia sus cálculos de cuando podría comprar esa bicicleta.

Hasta como acto simbólico de haberlo conseguido, rompería esa hucha, en mas trozos que monedas tuviera dentro, pero eso solo pasaría cuando fuera comprar su sueño, para con ello conseguir algo por primera vez en su vida.

Creo que todo empezó el día que encontró esa hucha tirada, en un paraje donde era muy raro encontrar nada, que no fueran ramas de árboles y poco más, desde aquel mismo día tubo ya algo por lo que luchar, primero decidir para que serviría esa hucha.




Pero la historia de, -para a bicicleta- es un peto el cual fotografié en Lisboa, ya hace algunos años, fue curioso verlo así tal cual, uno se pregunta si llego comprar esa bicicleta el chiquillo portugués, o no tan chiquillo.

En aquel mercadillo donde había infinidad de cosas, de las cuales saque bastantes fotografías, uno se dejo llevar por todo aquel despropósito de cosas sin sentido, de las cuales su total inutilidad pasaba porque para sus antiguos dueños había dejado de servir realmente para algo así que nada de lo que allí había tenia sentido alguno, mas que el recuerdo de otros tiempos, pero quien no ha querido vender alguna vez un sueño, pues allí había sueños para tomar y tirar.

El lugar se encontraba detrás del panteón nacional, por lo que podio informarme tiene varios nombres ese lugar que São Vicente de Fora o campo de Santa Clara pero que mas eso es un mercadillo un poco de todo lo antiguo o pasado de moda en que algunas que otras cosas, se la podría encontrar en cualquier otro mercadillo de los de siempre.

Pero quieren saber que ese misma hucha, una semana después fue comprada por alguien de mi mismo pueblo, artista como yo del cual es obvio que el nombre sobra, así que esa misma hucha que no fue rota en su día, ahora se encuentra en mi mismo pueblo a cientos de kilómetros de donde yo la vi por primera vez, así son las cosas de la vida.

De Lisboa a Lalin………………..






Alma negra


Antón Iglesias 13 de abril de 2010







No hay comentarios:

Publicar un comentario