25 de abril de 2010

Me encuentro solo querida sombra 2010






Me encuentro solo querida sombra









No te gustó acaso apercibir mi buena soledad
encontrarme tan bien acompañado no te alegró
que por la calle mi sombra discutía conmigo
y sonriente estaba mi buena compañera ausencia
que tomará el viento de medio lado y atravesada,
veníamos de tomar un café con buenas palabras
ella sin nostalgia y yo sin rencor pero mi sombra cabreada
de ti mi buena soledad, de ti mi buena ausencia,
al lado contrario mi desilusionada y terca sombra
a tu mesa y en tu silla nos quisimos sentar los cuatro
que ya no te haga caso, no quiere decir que no te soporte
si te dijera que te fueras, bien seguro que dirías que no
que hacías el otro día dialogando con la palabra aquella
crees que parte de mí se puede ir a hacer lo que quiera
si no te gustó, cámbiate por otra sombra diferente
a saber cómo te iría sin mí, con lo complicada que eres
que sigo dándote todo lo que tú quieres, traicionera,
que viva contigo no quiere decir que tenga que soportarte
que me río de tí por lo celosa que eres de mi soledad,
con ganas, mi ausencia te quiere perder de vista por mala,
que como disfruto viéndote discutir contigo mismo
las cosas son como son, ¿que cómo te soporto? pues fácil
pues son cotidianas tus locuras que ya es un total despropósito
sin esperarte me tengo marchado pero siempre estás ahí
ni por asomo te doy perdido de vista nunca ¿por qué será?
has llegado a desesperarme porque siempre estás ahí detrás
¿que construyo un sueño? tú estás en él para discutírmelo
¿que mi vida se pone patas arriba? pues tú estás debajo,
así que libremente me arrimo a la sombra de un gran árbol
para saber si tú sigues ahí y por qué será que te quedas callada,
porque no te gusta meterte con nadie más grande que tu,
me tienes harto de pedirme que vaya por donde hace sol
la vanidad que tienes te hace verte orgullosa y altanera
has sido siempre la parte de orgullo que yo no tengo, así te va
tu enemiga la oscuridad va a resultar ser mi mejor amiga
ella tiene ese poder que tú no tienes de hacerte desaparecer
la culpa no es mía, que no allá haya luz en todos lados, suerte la mía
de que no te gusta la oscuridad, ya lo sabía hace mucho años,
gracias que no compartimos todo, si no sería un calvario
ahí, en la oscuridad ni siquiera te echaría en falta
pueda que una buena charla contigo nunca estará de más
y ahora me quedo en soledad pensando en tu ausencia
querida sombra.






Rosa roja


Antón Iglesias 25 de Abril de 2010









No hay comentarios:

Publicar un comentario