El otoño trae castañas 2010

El otoño trae castañas

Aquel día me fui de paseo por Santiago, como de costumbre acudía a mis santos santuarios para poder ver alguna exposición y después mientras llegaba la hora de coger el bus pues un poco me dedique a pasear por las calles................






El otoño ya respiraba por las calles, el frió se empezaba apoderar de todo lo que transcurría en los parajes por los cuales caminamos, éramos todos los seres que corriendo iban por el paisaje de una ciudad con olor ración de miles de fieles que escuchaba devotos el transcurrir del tiempo, que se había vueltotas gris

En ese paisaje las hojas ya empezaran caer, los frutos habían sido recogidos en el campo, ya pocas cosechas quedaban en los campos, el verde de las praderas se había hecho mas intenso por ello era mas amigo del cielo gris, que acompañado de la sutil lluvia, se hacían compañeros inseparables en esta mi tierra.

Por los caminos y veredas del campo, buscadores de setas y cazadores se cruzaba con recolectores de castañas, alguno que otro recogía bellotas para sus cerdos, el paisaje se había vuelto ocre en algunos lugares, en otros el intenso verde era compañero de los árboles de hoja perenne

Pero en las ciudades las calles se veían mas frías los colores de la gente eran mas oscuros, como queriendo confundirse con el paisaje oscuro, el sol ya séle veía menos horas y pasaba mucho mas tiempo detrás de las nubes, por ello esas gentes de la ciudad ya con la cabeza baja corrían desesperados al abrigo de su hogares donde el calor les envolvería en una fingida estabilidad emocional.

Y como en todo otoño no podían faltar su cita con las castañas, recién asadas y un cucurucho de ellas y como no un buen paseo por la alameda comiendo castañas, apara acabar sentado en un banco y mirándonos a los ojos en aquella soleada tarde de octubre, tu deleitaría con gusto de esas castañas calentitas y yo observaría tu belleza…………………

No se porque nunca me han gustado las castañas

Alma negra




Antón Iglesias 8 de abril de 2010