4 de abril de 2010

Contador de historias 2010








Contador de historias




Hay veces que con mi cámara, observo lo que me rodea y después cuando repaso esas imágenes veo cosas curiosas, que en esos momento tan continuas de ir enlazado una y otra foto, que voy haciendo a lo largo de todo esos minutos que transcurren en los que paso haciendo fotos, pues suceden muchas cosas a mi alrededor, que después en el pasar de los días las vuelvo observar y me empiezo ha preguntar, que sucedería en esa imagen y en ese preciso momento.

Es para mi un ejerció tratar un poco de imaginarme una historia, que sucedió en esa foto, en que pueda ser ficción o realidad, pero así será algo que voy comenzar, que es contar pequeñas historias a partir de fotos que saque en su día, ya hecho algo así pero hoy quiero profundizar un poco mas sobre esto y espero que con los días vayan aflorando historias contadas desde el mas hondo respeto por los sentimientos inequívocos de un soñador o contador de historias.







24 de agosto de 2009 playa de la lanzada


Aquel día era un poco como todos, el verano tocaba a su fin este había sido un mal año para ella, se acaba de separar del hombre que era el padre de sus hijos, todo era diferente, era el primer verano que el ya no estaba con ellos.

Pero todo esto había comenzado en la tarde, un poco por casualidad nos conocimos en la playa y sin casi quererlo empezamos hablar, eran muchas las necesidades que ella tenia de hablar, yo solo me deje transportar por su fluida conversación, sabia que era solo algo pasajero y ni siquiera nos presentamos ni supe tan siquiera su nombre.

Me contó muchas cosas de lo que sentía en aquel lugar, yo solo fui alguien que le sirvió de confesor, ni tan siquiera me miro a los ojos, como rehuyendo mi mirada, en cambio no se canso de contemplar como jugaban su hijos y como las olas jugaban con la orilla

Podría casi contar su vida, pero esa es otra historia, solo se que las horas se me pasaron corriendo y que su mirada triste por momentos se torno alegre, conseguí robarle alguna que otra sonrisa a su amargura, ni tan siquiera se nos dio por pasear cerca del mar, nos pasamos toda aquella tarde en las toallas, como si nos conociéramos de siempre, eso pensarían los que nos rodeaban pero que engañados estaban.

No recuerdo cuantas palabras conseguí hilar, porque ella se hizo dueña de la conversación, como si yo nada tuviera que contar, así que llego el fin de esa tarde y casi sin darnos cuenta llego el momento de la despedida, solo fue un asta mañana ni tiempo tuve de decirle que yo mañana ya no volvería estar allí, así que ella solo seria algo pasajero, ella se retiro temprano eran casi las siete yo decidí quedarme asta que se pusiera el sol, me apetecía ver como se ponía el sol aquel ultimo día.

Me sonreí un rato con lo que me había sucedido, me hablo de la soledad, si tan siquiera darse cuenta de mi soledad, como se puede estar solo con dos chiquillos, creo me dijo nueve y siete años pero ni me acuerdo de sus nombres, se que la niña se parecía mucho ella, casi diría que era su propia imagen, los observe cuando se marchaban ella ni tan siquiera volvió la mirada atrás, yo no le perdí ojo asta que ya se perdió entre las dunas, estuve por levantarme he ir ver como se alegaba por el paseo de madera.

Ni tan siquiera me contó de donde era, solo seria un recuerdo de un monto de palabras de aquel verano que ya tocaba a su fin, pero me pregunto que efímeros puede ser los momentos que uno tiene cuando se pasan sin ser una continuidad en el tiempo.

Como todos los días de aquellas pequeñas vacaciones, cuando se ponía el sol me fui andado por el paseo, fui asta el final de la playa y me que de en un alto allí observando el paisaje y viendo como el sol se ponía, de repente vi alguien que se acercaba a la playa, desde lo lejos su silueta me pareció conocida, ya no tenia la camiseta con la que la vi alegarse pero indudablemente era ella.

Se quedo un buen rato observando como se ponía el sol, se metió sus pies en el agua cosa que no había hecho en toda la tarde, allí se quedo mirando a lo lejos como el sol se ponía sobre el mar, así asta que ya no se vio mas que un horizonte amarillo donde solo quedaba del sol una sutil luz, así se dio la vuelta a esa luz para alegarse y nunca mas volver a saber de esa persona de la cual ni se su nombre solo se de su vida y de su soledad.

Ahora que han pasado los meses, me he acordado de ese momento y me preguntado, quien era esa persona, que me contó como era su soledad ……….







Eternas palabras pérdidas en la soledad
en vacíos inmensos de seres tristes
vagamos por minúsculos granos del tiempo
nos dejamos un monto de seres anodinos atrás
vamos buscado confesores de nuestras penas
para con ellos descargar todas nuestras frustraciones
miramos de frente sin mirar lo que tenemos cerca
caminamos por la vida para dejarnos ir por ella
somos cuerpos inertes en una inmensa nada
miramos una y otra vez al frente sin mirar atrás
vamos por la vida escuchado verdades
pero damos la vuelta y se vuelven mentiras
miramos al sol pensado en un nuevo día
el día que llega es como todos los pasados

En el viento se quedaron tus palabras
te fuiste como llegaste sin dejar ver tus ojos
me contaste de tus males por despecho
pero no me dijiste quien eras ni de donde
así se perderá el recuerdo que me dejaste
solo serán un montón de granos de arena
quien pudiera recordar tu mirada con el tiempo
pero me queda aquel sol que se puso para no volver
tu te retiraste dejado una noche inmensa
en mi quedo un recuerdo sutil
ya ni me acuerdo de su rostro
porque nunca lo pude ver





Todo esto es una historia que nunca sucedió, pero que si pude ser cierta porque la vida es así, la gente pasa por tu vida, muchas veces sin dejar mas que un recuerdo vago.


Alma negra rosa roja


Antón Iglesias 4 de abril de 2010










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